lunes, 8 de junio de 2009

Revista Dato Avisos/ Entrevista a Juan Luis Guerra / Julio de 2007

Juan Luis Guerra y su nuevo disco “La Llave de mi Corazón”

VUELVE EL REY DEL MERENGUE

Luego de tres años fuera de los escenarios, el cantautor dominicano Juan Luis Guerra vuelve en gloria y majestad a ocupar el trono, con el disco “La Llave de mi Corazón”, trabajo que combina bachata, merengue, blues, mambo y hasta hip-hop, y que, por primera vez, suena bilingüe.

Por Paulina Orellana Ríos

Se extrañaba. Y se lo han hecho saber los miles de seguidores que han podido estar junto a él en la gira promocional de su nuevo disco “La Llave de mi Corazón”, que con su primer sencillo homónimo ha conquistado los primeros lugares de todos los rankings internacionales y que no ha parado de sonar en las radio nacionales. Tal como en los viejos tiempos.

Casado hace 23 años con la diseñadora Nora Vega, cuenta que la madre de sus dos hijos, Jean Gabriel y Paulina, es la gran inspiradora de sus temas más románticos. Con la plenitud de un artista que viene de vuelta, Juan Luis Guerra (50) se atrevió a hacer el crossover con este décimo disco en su carrera. “La Llave de mi Corazón” incluye dos temas en inglés, “Medicine for my soul” y “Something good”, con los cuales pretende ampliar su público y llenar el alma de todos los que disfrutan “el lenguaje del amor”.

Hace un tiempo dijiste que no te motivaba componer canciones en inglés por mantener tus raíces ¿qué te motivo para hacer el crossover con este disco?

“Pienso que había llegado el tiempo de que la gente que no habla español pudieran conocer con otra faceta la música caribeña y creo que este es el momento apropiado para que entiendan y disfruten la bachata y el merengue, que es un género tan diferente para ellos”.


Este disco tiene mucha fusión de estilos musicales, ¿cómo lo definirías tú?

“Es muy romántico pero bailable a la vez. Yo diría que el hilo conductor del disco, de principio a fin, es el amor”.

¿Por qué no incluiste canciones con temáticas sociales como en tus discos anteriores?

“La verdad es que no tengo alguna razón específica. Sentía la necesidad de hacer algo social pero la inspiración me llevó a hacer algo más romántico y creo que uno tiene que hacer la música del corazón, de lo que tú sientas y éste fue realmente el legado que sentí. Este es el regalo de mi corazón”.

En la actualidad ¿qué problema social te impacta más?

“Bueno, hay muchos, lo que pasa es que los temas sociales que he escrito, y que los hice hace 15 años, todavía están vigentes. La misma salud de las personas, como en la canción “El Niágara en Bicicleta” y la educación aún son temas que siguen. Lo que está pasando con la ecología también me impacta. Creo que tenemos que concientizarnos con lo que está pasando. Pero hay muchos más, lamentablemente”.

La fe bailable

El creador de memorables éxitos como “La Bilirrubina”, “A pedir mi mano” y la inolvidable “Bachata Rosa” entre tantos otros, habla con una paz y serenidad que no dejan de llamar la atención. La conversión a la religión protestante que este artista vivió luego de su retiro artístico en 1995, han calado hondo en su personalidad y en su forma de ver la vida. Pero su labor social data desde el año 1991 cuando creó la Fundación 440, destinada a ayudar a los más necesitados de su país. Actualmente, la fundación lleva su nombre y en abril del 2005, Juan Luis Guerra fue reconocido con el Premio Billboard Espíritu de Esperanza por su labor filantrópica.

¿Qué te llevó a convertirte al protestantismo?

“Mi falta de paz en mi corazón. Creo que eso fue como el anzuelo que el Señor usó para que yo llegara a él”.

¿Crees que ese fue una de las razpones por el que tu disco anterior “Para ti” (2004) llamó tanto la atención, al ser catalogado como "cristiano"?

“Sí. Creo que en parte fue por el merengue de “Las avispas”, que fue un merengue muy comercial, muy popular que de repente comenzó a sonar en todos los sitios a tal punto que salió “Merengue del Año” (en los Grammys Latino) aún compitiendo con canciones seculares y eso tuvo mucho que ver con el impacto de “Para Ti”, un disco que hice como agradecimiento a las cosas maravillosas que Dios hizo y sigue haciendo en mi vida”.

Rock & Merengue

El 2006 tuvo grandes momentos para Juan Luis Guerra. En febrero participó por segunda vez en la cuadragésima séptima edición del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, donde el público le entregó la Antorcha de Oro. Pero días antes de este reconocimiento, el cantante dominicano juntó a los 440 y tuvo el honor de abrir el concierto de la legendaria banda inglesa The Rolling Stones, realizado en San Juan, Puerto Rico, convirtiéndose en la primera banda latina en compartir escenario con los gigantes del rock.

¿Cómo fue la experiencia de telonear a los Rolling Stones?

“Fue una experiencia peculiar. Tuvimos la posibilidad de conocerlos y realmente sentí que querían descubrir un poco más de nuestra música y eso fue muy agradable. Después estuve con Sting también fue una experiencia igual de buena. Es uno de los grandes músicos del rock y fue un privilegio juntarme con él”.

Te hemos visto incursionar en duetos, ¿cómo ha sido la experiencia?

“Maravillosa. Diego Torres me invitó a hacer “Abriendo Caminos”, que la grabamos en Santo Domingo y todo salió muy bien. Igual con Maná que me invitaron a cantar una bachata (“Bendita tu Luz”) y que ha sido todo un éxito. Las colaboraciones han sido una grata experiencia para mí”.

¿Con qué artista chileno te gustaría realizar un trabajo en conjunto?

“Bueno con Beto (Cuevas) ya nos conocemos desde hace un tiempo y las veces que voy a Los Ángeles trato de reunirme con él y su esposa que son muy amables y bueno ahora estuve con él en Panamá por la Fundación Alas, y ojalá pudiera hacer un dueto con él, claro que sí”.

¿Cuándo te podremos ver en un show acá en Chile?

“Ahora estamos en promoción pero claro que Chile está en las posibilidades este año o el que viene. Ya estuvimos en España y queremos llegar a países donde no hemos ido como en Europa y Asia, sobre todo en Japón donde el merengue y la salsa son conocidos”.


El hombre del sombrero

Con más de 20 años de trayectoria, este hombre alto y espigado no le teme a los desafíos. La fe en Dios y su familia son según él, su apoyo fundamental, sobre todo Nora, su mujer quien además es la responsable de uno de los elementos más característicos en su look: los sombreros.


No hay disco en que no aparezcas con un sombrero diferente ¿de dónde viene la idea de usarlos?

“(Risas) Sí, tengo muchos sombreros. Mi esposa me dice que tengo que ponérmelos mientras tenga arte. Cuando esté en otra cosa, en una fiesta, o en la casa, me lo quito, pero cuando estoy en arte, mi deber es usarlos. Ella es mi diseñadora especial”.

¿Tienes algún sueño por realizar en el ámbito profesional?

“Hay muchos sueños. Me encantaría tocar con una orquesta sinfónica. También me gustaría ser director de película, me gustaría hacer rock. Hay muchas cosas que todavía me faltan por hacer y que siento me quedan por vivir todavía”.

Si no hubieras sido cantante ¿Qué te gustaría haber hecho?


“Sin duda algo relacionado con música. Yo creo que esa es mi pasión”.

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