lunes, 8 de junio de 2009

Revista Dato Avisos / Entrevista a Malucha Pinto / Junio de 2007

Malucha Pinto, actriz

LA VOZ DE LAS MUJERES SIN VOZ


Esta destacada actriz, dramaturga y hoy por hoy escritora, define a sus hijos, Cristóbal y Tomás, como “dos grandes maestros”, quienes han inspirado este acercamiento a lo femenino, y que se refleja en su recién lanzado libro “Cartas de la memoria: patrimonio epistolar de una generación de mujeres”. Desde la calidez y la energía de una mujer en constante proceso de cambio, nos habla de sus proyectos en televisión y de su visión de vida.

Por Paulina Orellana Ríos

Hace muy pocos días la vimos en pantalla protagonizando el final de la teleserie de CHV, Vivir con 10. En el papel de “Leonor”, a quien define como “fatal y sobreprotectora hasta la locura pero a la vez, encantadora, súper cariñosa” la destacada actriz Malucha Pinto evalúa su primera incursión en la recientemente creada área dramática de este canal.

“Me pareció una teleserie hecha con mucha rigurosidad, buscando entregar un producto artístico acabado, profundo, recuperando las claves del melodrama para hablar de nuestro país. Fue una teleserie audaz, que habla de un país lleno de ocultismo, de secretismos, de dobles estándares. Se hablaba de temas como el abuso, el incesto, claramente el tema de la homosexualidad femenina que es algo realmente tabú en nuestra sociedad, pero también siento que, por ejemplo, el haber abordado con mucho coraje a esta sociedad un poco “mamona” porque adoramos a las madres, fue muy interesante” .

Siempre cercana al tema femenino, justamente uno de los temas, el de la mujer y su rol en la sociedad chilena, es lo que toca en su nuevo libro “Cartas De La Memoria: Patrimonio Epistolar De Una Generación De Mujeres”, un testimonio de las vivencias de la mujer chilena en los últimos cuarenta años que significó todo un proceso, no sólo físico sino también espiritual.


¿De dónde nace esta búsqueda espiritual?


“Absolutamente nace de mi Tomacito, que ya es Tomás, es todo un señor grande. La experiencia de él, que llegó a la tierra con su daño cerebral me abrió el mundo. Esto me permitió entenderme y entender la vida desde otra orilla, conectarme con toda esa sabiduría femenina profunda, ancestral, casi original que ha estado por miles de siglos perseguida, descalificada, exiliada y ha seguido permaneciendo en este ocultismo. Yo estoy en una cruzada femenina, no de mujeres, sino femenina. He sentido ese llamado, como que el Tomás me dijo “tienes esto, házlo a través de los libros del teatro, a través de todo”.

¿Cambió tu forma de enfrentar el dolor, por ejemplo?

“Sí, absolutamente. No sé si tenga que ver con lo femenino, pero para mi el Tommy fue un regalo. Tengo la libertad de elegir dentro de todos los acontecimientos de la vida, me quedo con esa idea. A veces digo, “Chuta antes me hubiera costado esto, estaría súper amargada”, como esa tendencia que tiene el chileno como a quedarnos en la amargura, en el resentimiento, en el rencor. Uno siempre tiene la posibilidad y eso es un ejercicio de voluntad de quedarse con lo bueno. De todo se puede sacar algo bueno”.

¿En tu libro, qué tan diferentes somos las mujeres de hace 40 años con las actuales?

“Hay muchas diferencias. Esas madres completamente abocadas a la construcción de la familia, entregadas a un hombre que decidía por ellas y que ella ha estado un poco desde este lugar secundario. Si tú piensas, el voto femenino se conquista en la segunda mitad del siglo pasado, entonces de ahí venimos, de esos cuarenta años. En la presentación, Gonzalo Pérez, decía que sentía que ésta era una novela coral donde se narraba el viaje de la profunda transformación que han vivido las mujeres chilenas”.

¿Ves esa constante dependencia del hombre en las mujeres de tus cartas?

“Claro, es que tienes que pensar que venimos de miles de años de reinado patriarcal, entonces no va a ser tan fácil ir construyendo ese otro mundo, pero lo estamos haciendo. Tenemos la misión y la responsabilidad de hacerlo en todos los ámbitos en los cuales nos vamos desarrollando, hasta que esto tome un cuerpo contundente en nuestras estructuras sociales, políticas, económicas, pero allá vamos. Hoy día las mujeres tenemos conciencia de que estamos presentes. Hay un texto por ahí muy lindo que dice “por qué las mujeres somos tan lábiles a la mirada de los hombres” o a la mirada del “otro” porque el hombre también es el “otro”; es la madre, es la revista, es la psicóloga, es la amiga. La mujer siempre está en la ansiedad de ser aceptada y de ser reconocida, de ser mirada. Es como que todavía nos cuesta y con toda razón, venimos de haber sido quemadas y privadas de que lo nuestro sea validado y haga su aporte”.

¿En ese sentido, cómo ves el liderazgo de la Presidenta Michelle Bachelet?

“Bueno, la Presidenta ha llevado el poder con una contraposición feroz. Me impacta la misoginia de este país y sobre todo en algunas de las mujeres. Existe un nivel de falta de respeto, de exigencia, de eso de estar esperando que se caiga, de estar valorando cada desacierto, de ir manteniendo oculto casi intencionadamente a nivel mediático todo lo interesante que ella sí ha generado, en términos de proyectos. Te podría nombrar todo lo de la construcción de salas cunas, toda esta fuerte inversión que ha hecho en la preinfancia, donde finalmente está el futuro; si están mal alimentados, mal queridos, desde todo punto de vista estamos sonados. Todos estos proyectos son fuertes improntas que se cumplen y que la Michelle ha forjado intentando proyectos “feminizados” o con una mirada femenina. Pero nadie lo ha mostrado, nadie tiene interés de indagar. Como decía Goebbels, “mentir, mentir, que algo de eso va a quedar como verdad”, no digo que sean todas mentiras, pero es una propaganda permanente que me sorprende”.

Misión femenina

Además de su trabajo como actriz y dramaturga, Malucha Pinto ha incursionado en su labor social a través de proyectos, de los cuales destaca “Rosamunda La Brava”, un trabajo que nació a partir de su participación en el Bus de la Cultura, actividad de campaña de la actual Presidenta y en el que hoy trabaja para reunir fondos y generar un espacio de comunidad dentro de los barrios de Chile. “Invitamos músicos, actores, artistas plásticos, sociólogos y psicólogos también, donde la idea es insertarnos en un barrio, que esté viviendo alguna situación difícil. Tenemos varias actividades, talleres grupales donde van de todo, niños, adultos, personas mayores. Hay incluso un confesionario donde la gente se desahoga y también se hacen ritos sanadores, se quema un cuco en la noche, etc. Todo el año pasado lo creamos, hicimos algunas intervenciones en San Joaquín y estamos a la espera de que sea visto y registrado y que de verdad se entienda que esta inversión en el alma de nuestro pueblo, intangible es fundamental que se quede y aporte a la gente”.

Cartas para ellas...

¿Alguna historia que te llamó la atención?

“Hay muchas que me llamaron la atención, pero hay una que es de dónde venimos como sociedad, desde la presencia de la mujer campesina, mapuche, con toda la enorme necesidad que es curioso porque es la doble invisibilidad: invisibilidad del yo mujer, de yo campesina y además de yo mujer mapuche. También hay un material maravilloso de mujeres que sobrevivieron a campos de tortura, de cómo han sabido transformar y procesar esta experiencia hacia una mayor sabiduría. Hay una carta muy linda, que una mujer le escribe a su compañera de celda que murió finalmente, pero ella hace una reflexión súper interesante acerca del tema de la tolerancia y sobre todo de aquella época. Hay además lindas partes sobre la relación madre-hija, esa delicada y frágil relación entre mujeres. Cartas bellísimas, de reclamos de hijas, de miradas de madre. Yo cada vez que las leo me emociono”.

¿Cómo han reaccionado los hombres sobre tu libro?

“Una de la recepción que me encantó es una que hizo un periodista, el Nacho (Ignacio) Franzani. Él dijo “Me enfrenté a este libro lateado”. Lleno de prejuicios, como que esto eran miles de cartas de mujeres lateando con que el marido y bla y de repente le pareció tremendo. Decía que se enfrentó desde un voyerismo perverso de asomarse a este mundo femenino misterioso. Que era como mirar por la cerradura del baño donde hablan y se desnudan, entonces eso le pareció súper interesante y potente. Darse cuenta de cómo miramos a los hombres, lo cual lo había hecho reflexionar cómo vivimos los procesos hombres y mujeres y cómo nos afectaron a cada género”.

Proyectos

Malucha, ¿tienes algún proyecto en el cine?

“¡La verdad es que no me han llamado! (ríe haciendo puchero) Me encantaría hacer cine, las veces que he hecho cine es otro mundo, uno emplea otros recursos, se te abren otras puertas, había un proyecto muy bonito de la Magali Meneses sobre el tema de Lonquén, con una mirada muy especial, desde el conscripto, no del campesino que muere. Pero bueno, parece que hay que juntar los recursos. Pero ojalá vean esto y me inviten a participar de algún proyecto en cine (risas)”.

¿Y el teatro?


“Sí, pero para el 2008. Espero que las “reinitas del mambo” (su compañía) enganchen con algo que yo por lo menos tengo ganas de hacer, que es un personaje que apareció en el libro. Es una mujer campesina que mandó alrededor de 12 cartas. Un personaje que retrata todo ese campo preindustrial, una relación telúrica con la naturaleza, de enorme angustia, con toda esta figura del gran patrón, que es tan nuestro. Es un universo alucinante que quiero trabajar”.

¿Te llama la atención hacer algo con los hombres?

“La verdad que no, porque creo que les toca a ellos hacer esa pega. Aunque hay algo que tengo ganas de hacer, pero es como una deuda que tengo quizás con mis padres. Siento que este país iba en un camino en que había de generación tras generación, una continuidad en la construcción de una nación que se vio interrumpido forzosamente y empezamos a construir otro pueblo. De todo este universo aún quedan testimonios pero están muriendo, todos los José Donoso, los Neruda, mi papá, todos universos bastante masculinos la verdad. Quiero sacar a la luz desde la vivencia desde los afectos, porque ya sabemos lo que hicieron. Ahí hay una generación que combinó el compromiso con la historia con un delirio de gozo y de fiesta. Eso me gustaría indagar para poder dar testimonio a los jóvenes de que hubo un tiempo en este país en que se hacían las cosas de otra manera, en que las personas estaban vivas. Que eso no sea comido por la historia oficial, porque uno tiene que tener ejemplos. Es una manera de rendirle un homenaje a mi papá también”.

¿Para la próxima teleserie de CHV, vas a participar? ¿te gustaría que se siguiera en el melodrama?


“Por lo menos estoy contratada, supongo que sí (risas). La verdad es que me gustaría y me interesa seguir desde este lugar, desde el mirar a este país, pudiendo ser una ventana para darle al telespectador identidad y que pueda asombrarse. Por mucho que el canal sea una empresa privada, la empresa también tiene una responsabilidad social y si está en el área de la comunicación tiene la misión de ir mejorando este país. Eso me gustó mucho de participar en este proyecto (Vivir con 10), que estaba muy presente”.


¿Qué pasa con tu faceta humorística, te veremos algún día como en Chincol a Jote?


“¿Tú crees que se podría hacer hoy día Chincol a Jote? El humor hoy día es otro. Yo creo que Chincol a Jote, Los Eguiguren, Jaguar Yu, Medio Mundo era un humor crítico, de mirada, que develaba, era un humor inteligente. A mí me encantaría volver, y creo que lentamente se está volviendo, por ejemplo con Casado con Hijos, ahí hay un atisbo a mirarnos, cómo lo estamos haciendo, qué no es está pasando. Se ríe, pero con esa mirada que se acerca a lo de antes”.

¿Y cómo aprecias el trabajo de tus colegas jóvenes?

“No quiero mirar desde mis ojos, de cómo lo hicimos antes, pero muchas veces lo hago y me duele y me asombra. Toda esta cosa de los actores que tiene una obra en la tarde y van a hacer otra en la noche, corriendo de una pega a otra, etc. Yo vengo de una tradición completamente distinta, en que uno hacía compañías y trabajaba por años juntos y eran formas de vida en que uno era casi hermanos y proponías una mirada de mundo. Tiene que ver con los tiempos también, hoy es un mundo sin tiempo, todo es altiro. Y toda esta cosa de los actores que son como productos de sí mismos, pequeñas empresas casi, es algo que quisiera aprender una parte de esto, porque ese es el mundo que nos toca vivir, pero a veces me impacta, porque no lo entiendo. Cuando uno era joven y decía que iba a ser actor, era como un apostolado, casi como ser cura o monja. Ahora es una manera un poco de acercarse al éxito, de ser “famosillo”, todas esas cosas a veces digo, que no puedo creerlo. Pero estoy en un viaje de entender la riqueza que hay en los actores jóvenes también.”.

¿Qué falta hoy en el teatro joven?


“Tengo la sensación de que la misión del teatro siempre ha sido develar lo que está oculto y creo que la oscuridad hoy ya no está oculta. Siento que ahora hay que develar la luz y eso le falta al teatro joven, aunque hay muchas cosas interesantes. Esta idea la recibí como legado maravilloso del Andrés Pérez que yo lo comparto plenamente: todo lo que han soñado los artistas, finalmente ha sido. Julio Verne sueña y construye en su literatura un submarino y finalmente tenemos submarino. O sea las Torres Gemelas fueron filmadas destruidas antes y luego pasó. Por lo tanto creo que hay que construir en el teatro, en el cine, en la pintura, un universo luminoso para traerlo, para que se manifieste en la tierra. Eso me hace falta del arte joven”.

Revista Dato Avisos/ Entrevista a Juan Luis Guerra / Julio de 2007

Juan Luis Guerra y su nuevo disco “La Llave de mi Corazón”

VUELVE EL REY DEL MERENGUE

Luego de tres años fuera de los escenarios, el cantautor dominicano Juan Luis Guerra vuelve en gloria y majestad a ocupar el trono, con el disco “La Llave de mi Corazón”, trabajo que combina bachata, merengue, blues, mambo y hasta hip-hop, y que, por primera vez, suena bilingüe.

Por Paulina Orellana Ríos

Se extrañaba. Y se lo han hecho saber los miles de seguidores que han podido estar junto a él en la gira promocional de su nuevo disco “La Llave de mi Corazón”, que con su primer sencillo homónimo ha conquistado los primeros lugares de todos los rankings internacionales y que no ha parado de sonar en las radio nacionales. Tal como en los viejos tiempos.

Casado hace 23 años con la diseñadora Nora Vega, cuenta que la madre de sus dos hijos, Jean Gabriel y Paulina, es la gran inspiradora de sus temas más románticos. Con la plenitud de un artista que viene de vuelta, Juan Luis Guerra (50) se atrevió a hacer el crossover con este décimo disco en su carrera. “La Llave de mi Corazón” incluye dos temas en inglés, “Medicine for my soul” y “Something good”, con los cuales pretende ampliar su público y llenar el alma de todos los que disfrutan “el lenguaje del amor”.

Hace un tiempo dijiste que no te motivaba componer canciones en inglés por mantener tus raíces ¿qué te motivo para hacer el crossover con este disco?

“Pienso que había llegado el tiempo de que la gente que no habla español pudieran conocer con otra faceta la música caribeña y creo que este es el momento apropiado para que entiendan y disfruten la bachata y el merengue, que es un género tan diferente para ellos”.


Este disco tiene mucha fusión de estilos musicales, ¿cómo lo definirías tú?

“Es muy romántico pero bailable a la vez. Yo diría que el hilo conductor del disco, de principio a fin, es el amor”.

¿Por qué no incluiste canciones con temáticas sociales como en tus discos anteriores?

“La verdad es que no tengo alguna razón específica. Sentía la necesidad de hacer algo social pero la inspiración me llevó a hacer algo más romántico y creo que uno tiene que hacer la música del corazón, de lo que tú sientas y éste fue realmente el legado que sentí. Este es el regalo de mi corazón”.

En la actualidad ¿qué problema social te impacta más?

“Bueno, hay muchos, lo que pasa es que los temas sociales que he escrito, y que los hice hace 15 años, todavía están vigentes. La misma salud de las personas, como en la canción “El Niágara en Bicicleta” y la educación aún son temas que siguen. Lo que está pasando con la ecología también me impacta. Creo que tenemos que concientizarnos con lo que está pasando. Pero hay muchos más, lamentablemente”.

La fe bailable

El creador de memorables éxitos como “La Bilirrubina”, “A pedir mi mano” y la inolvidable “Bachata Rosa” entre tantos otros, habla con una paz y serenidad que no dejan de llamar la atención. La conversión a la religión protestante que este artista vivió luego de su retiro artístico en 1995, han calado hondo en su personalidad y en su forma de ver la vida. Pero su labor social data desde el año 1991 cuando creó la Fundación 440, destinada a ayudar a los más necesitados de su país. Actualmente, la fundación lleva su nombre y en abril del 2005, Juan Luis Guerra fue reconocido con el Premio Billboard Espíritu de Esperanza por su labor filantrópica.

¿Qué te llevó a convertirte al protestantismo?

“Mi falta de paz en mi corazón. Creo que eso fue como el anzuelo que el Señor usó para que yo llegara a él”.

¿Crees que ese fue una de las razpones por el que tu disco anterior “Para ti” (2004) llamó tanto la atención, al ser catalogado como "cristiano"?

“Sí. Creo que en parte fue por el merengue de “Las avispas”, que fue un merengue muy comercial, muy popular que de repente comenzó a sonar en todos los sitios a tal punto que salió “Merengue del Año” (en los Grammys Latino) aún compitiendo con canciones seculares y eso tuvo mucho que ver con el impacto de “Para Ti”, un disco que hice como agradecimiento a las cosas maravillosas que Dios hizo y sigue haciendo en mi vida”.

Rock & Merengue

El 2006 tuvo grandes momentos para Juan Luis Guerra. En febrero participó por segunda vez en la cuadragésima séptima edición del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, donde el público le entregó la Antorcha de Oro. Pero días antes de este reconocimiento, el cantante dominicano juntó a los 440 y tuvo el honor de abrir el concierto de la legendaria banda inglesa The Rolling Stones, realizado en San Juan, Puerto Rico, convirtiéndose en la primera banda latina en compartir escenario con los gigantes del rock.

¿Cómo fue la experiencia de telonear a los Rolling Stones?

“Fue una experiencia peculiar. Tuvimos la posibilidad de conocerlos y realmente sentí que querían descubrir un poco más de nuestra música y eso fue muy agradable. Después estuve con Sting también fue una experiencia igual de buena. Es uno de los grandes músicos del rock y fue un privilegio juntarme con él”.

Te hemos visto incursionar en duetos, ¿cómo ha sido la experiencia?

“Maravillosa. Diego Torres me invitó a hacer “Abriendo Caminos”, que la grabamos en Santo Domingo y todo salió muy bien. Igual con Maná que me invitaron a cantar una bachata (“Bendita tu Luz”) y que ha sido todo un éxito. Las colaboraciones han sido una grata experiencia para mí”.

¿Con qué artista chileno te gustaría realizar un trabajo en conjunto?

“Bueno con Beto (Cuevas) ya nos conocemos desde hace un tiempo y las veces que voy a Los Ángeles trato de reunirme con él y su esposa que son muy amables y bueno ahora estuve con él en Panamá por la Fundación Alas, y ojalá pudiera hacer un dueto con él, claro que sí”.

¿Cuándo te podremos ver en un show acá en Chile?

“Ahora estamos en promoción pero claro que Chile está en las posibilidades este año o el que viene. Ya estuvimos en España y queremos llegar a países donde no hemos ido como en Europa y Asia, sobre todo en Japón donde el merengue y la salsa son conocidos”.


El hombre del sombrero

Con más de 20 años de trayectoria, este hombre alto y espigado no le teme a los desafíos. La fe en Dios y su familia son según él, su apoyo fundamental, sobre todo Nora, su mujer quien además es la responsable de uno de los elementos más característicos en su look: los sombreros.


No hay disco en que no aparezcas con un sombrero diferente ¿de dónde viene la idea de usarlos?

“(Risas) Sí, tengo muchos sombreros. Mi esposa me dice que tengo que ponérmelos mientras tenga arte. Cuando esté en otra cosa, en una fiesta, o en la casa, me lo quito, pero cuando estoy en arte, mi deber es usarlos. Ella es mi diseñadora especial”.

¿Tienes algún sueño por realizar en el ámbito profesional?

“Hay muchos sueños. Me encantaría tocar con una orquesta sinfónica. También me gustaría ser director de película, me gustaría hacer rock. Hay muchas cosas que todavía me faltan por hacer y que siento me quedan por vivir todavía”.

Si no hubieras sido cantante ¿Qué te gustaría haber hecho?


“Sin duda algo relacionado con música. Yo creo que esa es mi pasión”.